lunes, 5 de febrero de 2018

Instrumental - James Rhodes


Título: Instrumental
Autor: James Rhodes 
 
Páginas: 288
 
Editorial: Blakie Books
 

Precio: 19,90 euros 
 

Año de edición: 2015

   Me violaron a los seis años.
   Me internaron en un psiquiátrico.
   Fui drogadicto y alcohólico.
   Me intenté suicidar cinco veces.
   Perdí la custodia de mi hijo.

   Pero la música me salvó la vida. 

Con este desgarrador testimonio comienza el relato autobiográfico, subtitulado «Una memoria de locura, medicación y música», de James Rhodes, un eminente concertista de piano de proyección internacional.

Sufrió abusos sexuales repetidos de niño, sin encontrar apoyo o comprensión por parte de los adultos, incapaces de interpretar las señales de alarma  que proyectaba el niño. Esto le marcó y desequilibró su mente para toda la vida; entró en una espiral de autodestrucción de la que salió gracias al refugio que halló en la música y en particular en la de Bach. Dotado de gran talento estudió piano y abandonó una prometedora carrera como hombre de negocios en Londres para dedicarse de lleno a la música. Su vida ha pasado por numerosos altibajos entrando en colisión su enorme talento y empatia con sus episodios de psicosis e ideas delirantes. 

Pero salió adelante y consiguió triunfar como solista agarrandose con firmeza al trabajo musical. Ha conseguido desarrollar su carrera de solista de una forma atípica, como no podía ser de otra forma. Deseaba acercar la música clásica a un publico mayoritariamente joven y para ello se saltó una serie de normas y tradiciones. Se planteó una serie de cuestiones tales como: ¿ por qué no puede aplaudir el público al finalizar un movimiento de una obra, si está disfrutando de la interpretación y quiere expresarlo? ¿ es necesario que el intérprete vaya vestido de frac o esmoquin para un recital? ¿por qué nunca el concertista rompe la cuarta pared y se dirige al público para narrar aspectos de la obra, contar anécdotas del compositor o explicar la motivación que tuvo para componer esa pieza?. Comenzó a saltarse esas normas por convencimiento, acercó la música clásica a un público joven que era mayoritariamente desconocedor de ella y así alcanzó la fama hasta llegar a ser reconocido como un gran renovador de la música clásica.

El libro es duro, con pasajes descarnados, en varios capítulos sobresalen sus conflictos mentales y sus ideas obsesivas, con razonamientos ilógicos imposibles de seguir, pero a la vez rebosa optimismo, ilusión por su trabajo, afán por mejorar su carrera, cercanía en la forma y atracción por conocer su historia. 

De alguna forma es un escrito de agradecimiento a Bach, Beethoven, Chopin (la santísima trinidad del piano) a Rajmaninov, Ravel, Liszt, Schubert y otros compositores clásicos a los que él agradece que le salvaran la vida. «Si no fuera por Bach yo estaría muerto». Está dividido en capítulos cada uno titulado con el nombre de una pieza para piano, sugiere leerlo con esa música de acompañamiento, lo comienza con una breve exposición coloquial sobre esa obra, su autor y su composición. El lector tiene que intuir el motivo por el que relaciona esa pieza con determinada etapa de su vida.

James Rhodes nació en Londres en 1975. Trabajó en negocios de publicaciones económicas en la City de Londres antes de dedicarse plenamente a la música. Es un gran enamorado de  España. Ha grabado discos con varias discográficas y con su propio sello (Instrumental), y protagonizado documentales para la BBC y Channel 4. Ha escrito artículos tan llenos de empatia como rebosantes de polémica en varios diarios de renombre y utiliza su fama con varios fines: acercar a los compositores clásicos a todo tipo de público, dar luz al problema de los abusos infantiles y fomentar el debate sobre enfermedades mentales y el suicidio.
 
James Rhodes
   
Publicado por John Smith.

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